Adiós
Eran las 10 de la noche y ya había tomado mí decisión. Quería detener todo, hacer que las voces se callaran e irme en paz. Recientemente todo se había derrumbado. Con todas las burlas y rechazos me dolía el pecho cada vez más. Sentía que no valía nada, que no era suficiente y que era una basura. Poco a poco todos esos sentimientos se fueron acumulando y de alguna manera tenían que estallar. Traté, luché, lloré pero al final, solo me cansé. Por eso y mil motivos más, hoy, 23 de enero del 2015, decidí terminar con mi vida. No sé si existió alguien que se preocupara por mí, pero si fue así, por más ruido que hice, no me escuchó. No culpo a nadie por esto, solo les quiero decir que los amé inmensamente y lamento no haberlo dicho lo suficiente. También quiero dejarles saber que aunque no sé lo que me espera, el dolor se irá por completo. Les digo adiós y escribo esta carta mientras veo por el reflejo de mi ventana como mi alma se apaga.
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